Abajo el Puente Lima peru

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“Abajo el Puente”, “Abajo del Puente”, “Bajo el Puente” son expresiones cuyo significado, para el limeño común y corrien­te, no tienen nada que ver con la semántica. Es simplemente el nombre familiar que da al anti­guo, tradicional y populoso barrio que se extiende al otro lado de la ribera norte del Rímac. Para llegar a él es necesa­rio, mateialmente, “bajar el puente”, que no es otro que el más antiguo de la ciudad, el Puente de Piedra.

Pese a las inevitables trans­formaciones impuestas en todos los tiempos por el progreso y las costumbres en boga, llegar a la tradicional Alameda de los Des­calzos y el Paseo de Aguas es como penetrar en el pasado por este viejo rincón de Lima que hasta hoy conserva casi intactas sus proporciones urbanas.

No fue nunca este lugar de re­sidencias de gentes adineradas ni de figuración. Desde los tiempos en que el Virrey Marqués de Montesclaros dispuso la cons­trucción del Paseo -en 1611- se comenzaron a levantar sus caso­nas, habitadas en “el principal” por familias de clase media y populosos vecindarios en “el interior” y sus iglesias puebleri­nas que arrancan al espectador contra la voluntad de los tiempos en que vive para sumergirlo en tres siglos y medio de historia y leyenda.

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