Chavin, Una de las primeras Culturas peruanas

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Tres veces milenarios, se alzan todavía sobre sus ruinas los imponen­tes monolitos de granito labrado con “ángeles atigrados” y monstruosas «cabezas clavas» de Chavín de Huántar, el más notable exponente del arte lítico de la cultura Chavín, la primera alta cultura peruana.

tsta monumental obra de tres plataformas, destacando el llamado castillo o templo, se levanta a tres mil metros de altura sobre el nivel del mar sobre el flanco oriental de la Cordillera Blanca Nevada, que forma con la Cordillera Negra el famoso Callejón de Huaylas en el Departa­mento de Ancash, en los Andes del norte del Perú.

Las estribaciones de la Cordillera Blanca, cuyos nevados están clasificados como unos de los más hermosos del mundo, descienden vertiginosámente hacia la selva alta del Orien­te peruano, en los flancos en que están ubicados las ruinas dé Chavín de Huántar.

El arqueólogo peruano Julio C. Tello afirmaba precisamente que gen­te de cultura primitiva venida de ta selva escaló los Andes y desarrolló con el tiempo en la zona de la Cordillera la cultura Chavín, que después se irradió a la costa.

‘ Uno de los elementos de mayor peso presentados para sostener esta teoría del origen selvático, es la gran frecuencia de las representa­ciones del felino en el estilo Chavín, estilo que por sus originales características y gran belleza es famoso en el mundo entero.

En una de las galerias subterraneas que recorren todo el templo de Chavín se encuen­tra un famoso monolito de cuatro metros de alto, todo labrado precisa­mente con’ motivos del hombre- pájaro—felino. Este monolito cono­cido como “El Lanzón”, es compa­rado por sus formas con la estela gorgónica de Siracusa.

Y    de los escombros de Chavín proceden las piedras llamadas «este­las», labradas profusamente por una cara con dibujos de felinos, águilas, serpientes, cóndores, etc, La más famosa de estas estelas es la “Estela Raimondi» que actualmente se en­cuentra en el Museo de Arqueología Nacional de Lima, trasladada a ins­tancias del sabio Raimondi. De allí su nombre.

El estudio de la Cultura Chavín, de la que Tello decía que arrancaba el proceso cultural en todo el Perú, apasióna a numerosos arqueólogos peruanos y extranjeros que continua­mente viajan a investigar esté gran­dioso templo o castillo (todavía los estudiosos no se han puesto de acuer­do sobre esto), en cuya fachada destaca una gradería monumental de grandes lajas de piedra, que forma parte de la portada lítica, caracteri­zada por dfflítrobustas columnas ci­lindricas de piedra profusamente or­namentada con motivos ‘Thavinoides.

En la parte exterior de estos, en todo el contorno,formaban una hi­lera tas famosas «cabezas clavas», (Pág. .119) de aspecto monstruoso, esculpidas también, en piedra y fijadas envíos muros por una espiga debajo de una comiza decorada. Existen aún algunas de estas cabezas.

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