La posposición pi tiene la función de señalar el lugar y a veces el tiempo en nuestra oración. En una colocación puramente runasimi el adverbio o frase adverbial de tiempo se antepone al adverbio o frase adverbial de lugar; y son estos los elementos que suelen iniciar el enunciado:
Qayna Ninap wasinpi allintam mihurqanchis.
Ayer – en la casa de Nina – bien – comimos. {Ayer comimos bien en la casa de Nina}
Q’aya Anicetop wasinpi(m) tusukunchis.
Mañana – en la casa de Aniceto – bailaremos a gusto. {Mañana bailaremos a gusto en la casa de Aniceto}
Paqarin Melchorpa wasinpi lechetam saqesaq.
En la madrugada – en la casa de Melchor – la leche – dejaré. {En la madrugada dejaré la leche en la casa de Melchor}
1492pi millay sunkhasapakunam kay continentekta chayamurqa.
En 1492 malvados barbudos llegaron a este continente.
Hatun Raymi p’unchaykunapi andinokuna misk’illamantam tusukuq.
En los días del mes de agosto los andinos solían darse el gusto de danzar de manera muy placentera.
Nota:
Los andinos modernos usan paqarin (la mañana, la madrugada, el principio, etc.) para el mañana y la mañana, al modo castellano. En algunos lugares subsiste q’aya exclusivamente para el mañana, el día de mañana.
Paqarinkama (hasta la madrugada) se ha corrompido y se usa en vez de q’ayakama (hasta el día de mañana) al despedirse.