
Resumen De Epistemología I Unidad
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INTRODUCCION
La diversidad cultura se manifiesta en el aula y en la institución educativa cuando los educandos provienen de grupos culturales diferentes. El compartir el aula con niños de diferente color o costumbres lejos de ser un motivo de conflicto debe motivar en nosotros actitudes de respecto e intereses por aprender de ellos.
La diversidad cultura en la familia y en el aula son un patrimonio que debemos valorar, pues son una oportunidad para nutrirnos de diferentes formas de interpretar la realidad y de expresar social, cultural y lingüísticamente el mundo que nos rodea.
El racismo, la discriminación y la marginación son productos de la falta de (maduración) la valoración de nuestra propia cultura o de las otras culturas de nuestro país. Para lograr un desarrollo auténtico y sostenido debemos ser conscientes de la riqueza que tenemos en nuestra heterogeniedad.
Debemos enfrentar y evitar la homogenización de la sociedad, la imposición de modas culturas y la copia e imitación pasiva de otras culturas.
Una útil información previa para entender qué funciona bien con gente de diferentes culturas, es analizar sus valores.
Al examinar los valores de varias culturas, se puede entender cómo difieren éstas entre sí.
Ademas La interculturalidad requiere análisis rigurosos que favorezcan la compresión de los conflictos que necesariamente surgen en este contexto (riesgo de asimilación, de pérdida de identidad cultural, de marginación social…) y que aporten elementos para definir políticas críticas capaces de enfrentar lo que constituyen los auténticos obstáculos en este camino: la injusticia y la desigualdad.
PRESENTACION
El presente trabajo denominado “Resumen de Epistemología I Unidad”, esta hecho pensando en la necesidad de conocer las motivaciones sociales y casusas del desenvolvimiento de los estudiantes en su medio educativo y también conocer las diferentes formas de pensar de los estudiantes que adoptan según su medio, sociedad y comunidad las cuales def9inen sus formas de aprender y desenvolverse. Además de tomar en cuenta su cultura como medio de aprendizaje y formas adecuadas de adaptarse a esos medios que harán del aprendizaje más significativo.
PRIMERA UNIDAD DIDÁCTICA
LAS BASES EPISTEMOLÓGICAS DE LA DIVERSIDAD CULTURAL
Precisa del conocimiento de ciertos conceptos básicos, como la interculturalidad; entendida ésta, en su acepción más elemental, como la relación entre culturas distintas.
En ese entender, extraemos una de las definiciones más antiguas y más extendidas de este concepto, que corresponde a Tylor:
«La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad.»
Alude a todo aquella creación humana, consecuencia de su capacidad de aprendizaje y la creación de conocimiento; al margen del componente biológico.
Segun, Kroeber y Kluckhohn, conceptúan a la cultura:
«La cultura consiste en formas de comportamiento, explícitas o implícitas, adquiridas o trasmitidas mediante símbolos y constituye el patrimonio singularizador de los grupos humanos, incluida su plasmación en objetos; el núcleo esencial de la cultura son las ideas tradicionales (es decir, históricamente generadas y seleccionadas) y, especialmente, los valores vinculados a ellas; los sistemas de culturas pueden ser considerados, por una parte como productos de la acción y por otra, como elementos de la acción futura
De este concepto se deriva, explícitamente, la cultura como signo distintivo del ser humano que diferencia sustancialmente del animal. Se enfatiza en su capacidad de aprendizaje de conocimientos, en su forma superior de manejo de símbolos arbitrarios. Su distinción como adaptación cultural, igualmente su desarrollo y existencia socialmente transmitida, opuesto radicalmente a la transmisión genética.
Tal condición, refiere a su manera de proceder. Éstas provienen, a su vez, de construcciones de formas de vida acumuladas desde tiempos inmemoriales, por grupos sociales de las mismas características, formas que se insertan en el inconsciente de las personas.
El individuo en su vida cotidiana es pautado permanentemente por el grupo cultural al que pertenece, sus modos de comportamiento, sus formas de interpretar la realidad y hasta sus particulares características emocionales. Así lo perciben los entendidos que dedican su trabajo a esta tarea.
La Neurociencia nos dice que la percepción de la realidad no es homogénea para todos. Cada individuo, va elaborando sus propios esquemas mentales de acuerdo a sus experiencias, con los cuales percibe e interpreta esa realidad, que deviene a su vez en sus formas de su existencia. Este carácter moldeable y flexible del cerebro, es la fuente de la diferencia.
Generalmente, no nos damos cuenta de la percepción diferente acerca de determinados aspectos de la realidad.
El individuo cuando nace se inserta de hecho al grupo cultural, sus aprendizajes iníciales, que son determinantes en la primera edad, los insume de esa cultura, especialmente los códigos culturales que marcan a la persona de por vida. Las formas de vida cultural del individuo son inconscientes y, al ser así, todos pensamos que esa es una forma de existencia universalmente válida para todos.
El individuo no puede evadir a la trama de significados que constituye la cultura, la que se encargó de formar sus esquemas básicos de su personalidad. Sus referentes de valor no vienen por naturaleza, son elaborados dentro de un marco de referencia en el que nace. En ese sentido.
1. Esquemas interpretativos de la diversidad cultural
La diversidad cultural tiene su fundamento en la diferencia de los marcos de referencia culturales de las personas y de los grupos sociales.
Las profusas investigaciones, excluyen completamente esa forma de funcionamiento del cerebro. No existe un mecanismo central de percepción de la realidad, por lo que, se descarta la existencia de la razón universal por naturaleza. Todo lo contrario, los neurocientíficos han concluido que nuestro cerebro es un sistema cerrado, en el que la información de fuera es interpretada por los esquemas mentales, que son las complejas redes neuronales de un sistema interior.
El aprendizaje no puede proceder en abstracto, ineludiblemente debe referir de qué niños se trata. Es decir, por la fuerza de la necesidad se debe tener en cuenta el referente cultural. Así, el psicólogo cultural Shweder (1984), observa los trabajos de Piaget. Aún, cuando este científico dio notables aportes en los procesos de
1 «La psicología cognitiva… intenta proporcionar una explicación científica de cómo el cerebro lleva a cabo construcción de conocimientos en los niños; sin embargo, trata al infante en abstracto, al margen de la cultura.
Los niños andinos quechuas, tienen más desarrollo del pensamiento concreto, porque su contexto y su experiencia inmediata están relacionados con esas actividades. Para citar un solo ejemplo, estos niños ya saben contar sin haber ingresado a la escuela. Cuando arrean sus ovejas a su rebaño, realizan un control si algunas de ellas faltan. Cuando eso ocurre, rápidamente comunican a sus padres.
Los esquemas mentales tienen una doble característica, genético y social. Lo genético es la base biológica con el que uno nace, es inmodificable. Pero, lo social es construido a partir de la experiencia del individuo, que corresponde a la característica flexible del cerebro, especialmente en la primera edad.
Psicólogos como Bruner, vieron la absoluta necesidad de adoptar el concepto de los esquemas, en la explicación de los procesos cognitivos y específicamente del aprendizaje; que contrasta con las ideas de la racionalidad universal.
Los esquemas, son patrones cognitivos, básicamente hechos sobre una base biológica. Son algo así como softwares, con la diferencia que es altamente dinámico; porque conserva los patrones principales, pero al mismo tiempo modifica con toda nueva información (input). Algunos psicólogos refieren a esquemas específicos a las que le denominan «guiones
2. El proceso de formación de las categorías conceptuales culturales
Observamos permanentemente a lo largo de la historia y en distintos lugares del mundo, que un objeto, una situación, un fenómeno o un hecho; no siempre se percibe de la misma manera por todas las culturas, cada cual leerá su propia interpretación, le asignará su propio valor.
Los sistemas de referencia culturales, son conocimientos, experiencias, formas de vida; construidos a lo largo del tiempo por un grupo humano, ubicados en determinado espacio. Las respuestas dispuestas en la lucha por su supervivencia, corresponden a la experiencia de esa época y para ese medio.
Como ya se dijo, las estructuras de referencia culturales son inconscientes, es decir, nadie se pone a pensar por qué procede de esa manera para hacer algo, simplemente lo hace. Por ejemplo, nadie se está preguntando por qué come determinado alimento y de la forma que lo hace, el grupo social siempre lo ha hecho de esa manera.
Sin embargo, el referente cultural no agota en el aprendizaje, en la acumulación de conocimientos y experiencias; trasciende más allá del mecanismo social donde se procesa el input de información. El otro gran componente es la base biológica, de la cual hasta hace poco, se conocía limitadamente.
En varios aspectos la Neurociencia ratifica conocimientos del pasado pre científico derivados de las profundas y constantes observaciones.
Las investigaciones de la Neurociencia, nos indican el carácter determinante del inconsciente. En esos estudios se pudo determinar.
Los resultados de estos experimentos derivan en muchas consecuencias, que inciden en el cambio de concepciones teóricas de todas las ciencias y especialmente de las ciencias sociales, igualmente en la interpretación filosófica del ser humano. Estas investigaciones nos hacen reflexionar, sobre la inmensa complejidad de nuestra existencia y las posibilidades de conocerlo.
- La base biológica de nuestro cerebro, esencialmente, es inmodifícable; por lo menos en el corto tiempo de nuestra existencia, obedece a una sucesión filogenética y ontogenética. Gran parte de nuestra estructura inconsciente tiene su asidero en esta base.
- Cuando hablamos de la base social de nuestro cerebro, nos referimos a su característica modificable de las interconexiones. A la naturaleza plástica de la formación de las redes neuronales, de acuerdo a los condicionamientos de los estímulos del medio.
- 3. El carácter dinámico de la cultura
Los grupos humanos corresponden a diversos orígenes culturales; sin embargo, casi nunca atravesamos nuestra vida sólo en un contexto cultural. Generalmente estamos expuestos ante una diversidad de culturas. Éstas, a su vez, se renuevan y adaptan en esa dinámica de interacciones. Aquí queremos incidir dos aspectos de ese hecho: En primer lugar, de cómo el individuo desarrolla sus conocimientos y experiencias. En segundo lugar, de cómo la cultura existe en la sociedad.
- 4. Reflexiones en la conceptualización de cultura
Si pretendemos buscar una definición única, tal vez desconozcamos lo que es la diversidad cultural, que difieren en sus parámetros conceptuales para interpretar la realidad. En esa pretensión equivocada, no se puede hallar una definición tal que uniformize a todas las culturas, siempre tendrán sus particularidades que difieran de una y otra y, dentro de un marco de interinfluencias.
Acerca de la validez de las categorías conceptuales de las culturas
El primer gran problema en la definición de cultura, es el alcance de la validez de las categorías de interpretación de las culturas. Estos tienen dos grandes campos de discusión: Unos, que consideran que la estructuración categorial del ser humano es universal y, hasta cieno punto, sería inherente al ser humano, por naturaleza (por no decir biológica). En esta óptica, sólo habría una racionalidad universal.
Las diferencias resultan de las diversas respuestas, de tipo cognitivo y práctico, para su adaptación al medio o entorno natural.
Las generalizaciones y universalizaciones representan una ansiedad por cómo lograr -unitarismo unificador- que nació de la inseguridad angustiosa o de una pasión inconsciente del poder centralizador.
Al no existir un parámetro universal de esquemas mentales para la percepción y conducta del ser humano. Existe en cambio, grandes bloques de marcos de referencia comunes que agrupan a los humanos. Tampoco puede irrogarse alguna cultura en particular, como paradigma de mando que paute a los demás. En ese entendido, todas las culturas tienen el mismo valor, no se puede calificar de superior o inferior; porque depende con qué parámetros se está haciendo la medición. Sin embargo, en una sociedad multicultural, los productos o manifestaciones de una cultura no pueden tener el mismo reconocimiento, pueden ser rechazados por los demás, desde sus parámetros conceptuales. «Todas las culturas poseen el mismo valor… no todo aspecto de la diversidad cultural es digno de respeto».
El otro aspecto que vale aclarar, es con relación a la cultura, es estable y dinámica a la vez. Esto es importante dilucidarlo, por cuanto por la falta de profundidad en su enfoque, surgen posturas extremas que no expresan el desarrollo humano. Es estable, sólo en cuanto a la identidad de una cultura en específico, en un tiempo y espacio determinado; son sus características principales que la identifican. Y, es dinámica, en cuanto corresponde a la característica principal del ser humano, que es la renovación permanente de conocimientos realizados en la sociedad.
De las dos características, estabilidad y dinamicidad, esta última es la principal que configura a la cultura humana como tal. Sin embargo, cabe hacer algunas observaciones, si la cultura es una continua renovación, incesante creación y recreación de conocimientos, experiencias y formas de vida, sobre todo en el contacto con otras culturas, especialmente con la cultura dominante. Con ello no quiere decir que esa cultura desaparezca, porque ya ha perdido sus características principales que la identificaban como tal. Las observaciones nos ofrecen variantes adaptativas, generalmente se observa que una serie de elementos de una cultura se adaptan a las nuevas condiciones en que le toca vivir, pero siguen manteniendo sus ejes que lo caracterizan, aunque no en la forma original de tiempos lejanos. Eso es lo que sucede, por ejemplo, con la cultura andina que ha tomado muchos elementos de la cultura hispano occidental, sin que ello quiera decir que la cultura andina ya no exista.
Cultura y el manejo simbólico
El humano, es ante todo, un ser que maneja símbolos. No es necesario que la realidad inmediata esté ante él, mediante el manejo simbólico puede hacer perfecta referencia a hechos u objetos lejanos, tanto en el tiempo como en el espacio. Asimismo, puede construir su propia versión de una realidad.
Los esquemas, compatibilizan con las características culturales del individuo. En ese entender, la interpretación de la realidad no puede ser universal, porque el colectivo sólo comparte los marcos de referencia de esa cultura, que son los patrones de percepción propios de esa colectividad. Esto está relacionado, principalmente, con las profundas preocupaciones del ser humano acerca de su existencia, su origen, el fundamento de todo lo existente.
La explicación o la coherencia discursiva de las respuestas a estas grandes preocupaciones, están relacionadas a los tiempos remotos de esa cultura en particular. Pero, como se sabe, ni aún esta característica cultural permanece indemne, sufre las influencias del contacto multicultural a través de tiempos prolongados. Generalmente los cambios se observan, sobre todo, en las formas; porque la sustancia se sigue manteniendo y es la que ie da la identidad a esa cultura. Los individuos están signados por esas categorizaciones perceptuales, de una cultura de la cual provienen (porque la huella cultural, sobre todo, se da en la primera edad de la vida). Entonces, las personas tenemos formas de proceder, actuar, sentir y vivir, que tienen un distintivo cultura!; pero esto nunca nadie lo está racionalizando en forma consciente; porque esas formas culturales están insertas en la profundidad de los esquemas mentales del individuo.
Queda aún mucho por investigar acerca del manejo simbólico y la interpretación de la realidad, no satisface las explicaciones etnocentristas de la cultura dominante. Quien nos dice, por ejemplo, la racionalidad es universal, concepto muy discutible a la luz de la ciencia, porque el cerebro construye realidad y no la refleja. En tal sentido, las culturas tienen diferentes formas de concebir la racionalidad, que difieren poco o mucho en las alteridades.
Formas y significados de la cultura
Llamamos formas culturales a los aspectos externos de una cultura, son las partes observables que nos impresionan a primera vista y pensamos que son grupos humanos que tienen una cultura distinta a la nuestra. Esto puede estar expresado en la vestimenta, comida, construcción de la vivienda, danzas, música, costumbres religiosas, formas de matrimonio, formas de estructura familiar y muchas otras. Naturalmente, estas formas responden adecuadamente al grupo social establecido; pero se producen problemas en contactos bruscos entre la cultura dominada y la cultura dominante. Porque ésta considera no adecuada a las otras formas e impone las suyas, desde sus parámetros, las otras culturas son inferiores; para nivelarse tiene que integrarse a la cultura superior.
Detrás de las formas, están las significaciones compartidas por los miembros de una cultura, que refieren a los valores, actitudes, connotaciones e impresiones que caracteriza a la cultura. Los miembros del grupo social convienen el significado para sus integrantes. «Este significado de una forma cultural consiste en la totalidad de las asociaciones subjetivas atribuidas a la forma» (Luzbetak, 1963, citado por Vallescar, 2000: 102). Los significados no tienen una sola explicación, son muy cambiantes, una misma forma puede tener muchos significados no sólo de una cultura a otra, sino al interior de la misma. Incluso significados diferentes de un individuo a otro; esto tiene su relación, en última instancia, con los esquemas mentales con los cuales actúan las personas.
Configuración y realización cultural
Está de más decir que el ser humano por naturaleza es un ser social. En ese entendido, absolutamente nadie puede excluirse de la huella cultural. Ésta actúa sobre todo en la primera edad (desde antes del nacimiento hasta alrededor de los siete años).
Resulta harto difícil determinar en la actuación cotidiana de una persona, con cuál de sus esquemas culturales está actuando.
De nuestras experiencias particulares y de las experiencias compartidas por otros investigadores, nos permite aproximar. En el caso de los grupos culturales más aislados, guardan una homogeneidad cultural. En tanto en un contexto multicultural, las personas con un origen cultural ancestral, tienen comportamientos más heterogéneos.
5. Cultura, naturaleza y sociedad
Las bases biológicas y sociales son inherentes al ser humano. En cuanto al primero, se refiere a lo que proporciona la naturaleza sin la modificación por el hombre. En lo segundo, alude a todo lo creado por él, en la sociedad. Pero, ambos son transmisión de información; en el aspecto biológico, es transmisión de información biológica (genes) para la reproducción de la especie como homo sapiens.
Generalmente, en el campo de las ciencias sociales se tiene la idea fija, la cultura como exclusividad social. Esta conceptualización quizá se revise con más profundidad más adelante, a la luz de los nuevos adelantos de la ciencia y la tecnología, puesto que la cultura tiene que tratar mucho, con las características de funcionamiento del cerebro. Éste, como ya se conoce, no es exclusivamente de naturaleza social, posee una base biológica. Bajo esas consideraciones, se podría decir que el ser humano no es, ni completamente biológico ni completamente cultural; es una compleja combinación de ambos factores. Pero, lo que sí es evidente, es que el hombre no es un ser totalmente separado del animal. De acuerdo con el mapa genético, apenas nos diferenciamos en 1.3% del mono.
Buscando un principio esencial para la existencia de la cultura, encontramos el principio de aprendizaje. Sólo mediante éste, es posible acumular y transmitir conocimientos. Normalmente hemos reducido este principio, exclusivamente, al ser humano. Pero, investigaciones modernas nos indican que, aprender no es exclusivo al hombre, este principio también está inserto en los animales (con más evidencia observable en los mamíferos). Si esto es así, habría la posibilidad que algunos animales igualmente podrían producir cultura; pero eso resulta algo disonante con nuestras ideas tradicionalmente establecidas.
Es el instrumento principal del aprendizaje y, por ende, para la creación y transmisión cultural.
Las características de la cultura relacionan íntegramente a las características del ser humano. En esa premisa hay dos tendencias, por un lado, a privilegiar sólo el aspecto biológico (por ejemplo, los etólogos); por otro, a absolutizar sólo el aspecto social.
Pero, a la luz de los avances científicos y tecnológicos, nos permite afirmar que, estos dos aspectos para la caracterización cultural del hombre, de ninguna manera, son excluyentes, al contrario, son complementarios.
Al referirnos a la cultura como creación exclusivamente humana, podemos conceptuar como un sistema sociocultural que responde a tres mecanismos adaptativos: la ecología, la estructura social y la ideología. Porque en el fondo está la lucha por la supervivencia del hombre, dotado de un cerebro flexible para su adaptación.
Sin embargo, esa propensión no significa la desaparición de las particularidades, se reproducen, crean y recrean en nuevas condiciones. En ese entender, es interesante cómo las sociedades y los individuos, forjan las ideologías que sustentan a los grupos sociales. La ideología alude al sistema de hábitos y características mentales que unen a los individuos, como respuesta a su adaptación particular al medio ambiente y sistema social.
SEGUNDA UNIDAD DIDÁCTICA LA INTERCULTURALIDAD
Aunque marginalmente, la educación ¡ntercultural bilingüe se ha constituido en política educativa en el Perú, de la misma manera en muchos países de Latinoamérica. Uno de los conceptos importantes en esta pedagogía, lo constituye la interculturalidad, debido a su opción en su uso; pero igualmente ¡os problemas que presenta, tanto en su aplicación práctica, como en su conceptualización epistemológica. Aún cuando se ha avanzado con muchos estudios al respecto; aún no es un concepto plenamente establecido en el mundo. Antes que eso, la concepción obedece más bien a las condiciones en que se usa en cada país.
La interculturalidad como concepto asociado al tema educativo, ya se vino usando en las reflexiones de las sociedades con diversidades culturales, reflejados en el currículo diverso. En el caso del Perú y dentro de ella, la región Puno, en la escolaridad de los
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