Los retablos
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El retablo desempeña una función social y religiosa, en el ámbito religioso es diferencial del resto del mobiliario litúrgico, debido a su emplazamiento privilegiado, al estar situados detrás o sobre el altar donde se realiza la Eucaristía. Hacia este lugar los fieles dirigen sus miradas y oraciones, por tanto es un instrumento de estimulación eligiosa con carácter pedagógico e ilustrativo. Sin embargo, existieron difícultades para cumplir esta función nstructiva a causa de la lejanía y las dimensiones reducidas de muchas de sus representaciones, las cuales no permitían una fácil ectura del contenido iconográfico. Los retablos nacieron de una evolución en el arte de decorar y ennoblecer los altares, que se inicia desde los primeros tiempos cristianos. Igualmente, existió a lo largo de la Edad Media cierta radición artística al servicio de las devociones privadas, manifestada por medio de pequeños objetos fabricados en madera, marfil, metal o esmalte; la estructura y disposición de las imágenes de algunos etablos góticos monumentales se encuentra ya anunciada en estas pequeñas obras preciosas. Pero la costumbre de colocar una estructura historiada detrás del altar, “retrotabulum” cuando realmente alcanzó un gran desarrollo, ue durante el desenvolvimiento del estilo gótico, sobre todo en el siglo XIV.
El mundo de las reliquias y la proliferación de relicarios
desempeñaron también un papel decisivo en el desarrollo artístico y la
configuración de las piezas.
En el desarrollo de este informe, se referirá y analizará
puntualmente sobre la forma , estructura e iconografía deel retablo
del desaparecido Templo y Convento de San Agustín que fue fundado
el 11 de junio de 1560 por Fray Juan Vivero, más tarde Obispo de Los
Charcas. La fundación fue posible gracias a la donación realizada por
Don Francisco de Loayza y su esposa Doña María de Chávez, cuyo
aporte económico permitió a los agustinos construir su Templo y
Convento al final de la actual calle Ancha de Santa Catalina, en su
intersección con la cuesta que subía a Saqsaywaman (Pumcurco), hoy
San Agustín.
El retablo del Templo de San Agustín, corresponde al Siglo XVII,
y las partes del mismo que pudieron ser recuperadas fueron
ensambladas y rearmadas por los técnicos del Instituto Nacional de
Cultura, y hoy se exhiben en una sala del Museo Histórico Regional
(Benavente 2006: 199 – 204).