No al pasto artificial
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Hoy día es 24 de diciembre y en mi ciudad (Cusco) lo festejamos en diferentes formas, se come pollo en ausencia de pavo, con una rica chocolatata acompañada de un paneton y como siempre todo en familia, se dan bastantes regalos entre los integrantes de la familia así como buenos deseos para esta navidad y los años venideros, sin olvidar que los niños acompañados de sus padres juegan con los fuegos artificiales (aunque esta navidad fue muy difícil encontrarlos)
Pero sin olvidar la razón principal de esta navidad es recordar al niño Jesús que con sus buenas enseñanzas pudo hacer cambiar de mentalidad a la gente de esa época y porque no también cambiar la mentalidad actual.
El otro día estuve de paseo por el Centro Comercial el Molino que anteriormente sus vendedores se ubicaban en la Av. Ejercito, ¡vaya! Tiempos aquellos donde con mi madre salía de compras por ese lugar donde se vendían las últimas novedades en juguetes y aparatos electrónicos, los cuales son mi predilección; y bueno este año como siempre fui a visitar este centro comercial ahora ubicado cerca de la Urb., Ttio, pero nada de esto estaría fuera de lo común cuando me percate que en muchos puestos se vendía el clásico Pasto Navideño que se suele poner en los nacimientos tradicionales, con la característica que éste era artificial, ósea que era de plástico y que en apariencia era idéntico al pasto que suelen traer los hermanos campesinos desde las alturas de nuestra tierra, y bueno este pasto artificial es bastante conveniente para los cusqueños ya que puede ser reutilizado cada año, a diferencia del pasto “normal”, pero donde yo puse mi atención y poniéndome a pensar en esta situación, me pongo en el lugar de los campesinos muchos de ellos sin posibilidades económicas que esperan la navidad para poder cortar y recoger sus pastos desde sus tierras y poder cargarlos a nuestra ciudad para ganar unos cuantos soles, he aquí el problema ya que los “comerciantes de EL MOLINO”, muchos de ellos provenientes de el país de Bolivia, bastante adinerados ellos buscan quitar el negocio humilde de nuestra gente trayendo sus artesanías de plástico; todo esto no traería más repercusión si es que nuestros compradores serian capaces de ver el verdadero sentido de la navidad y es ese el de ayudar a quienes más lo necesitan, y comprándoles esos tradicionales pastos verdaderos los ayudamos bastante a que sean ellos mismos que con ese dinero sean capaces de llevar un paneton o una chocolatada a sus hogares, es ese el motivo de este articulo a que no convirtamos también a nuestro país en un país en donde la navidad sea motivo de gasto económico y olvidar el motivo por el celebramos la navidad y es el nacimiento de nuestro niño Jesus.
Autor: Diego Quispe Amachi
Hasta pronto amigos lectores, pronto estaré con más artículos en CuscoMania.com