Terremoto en Cusco de 1650
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El 31 de marzo de 1650 sobrevino a esta ciudad un sismo que duro por un espacio de tres credos, con tanta fuerza y violencia que derrumbó templos, conventos y casas en toda la ciudad causando gran miedo, desesperacion y tribulación en los vecinos del Cusco, vemos en esta hermosa pintura como hay personas que se arrodillan y besan a la Pacha Mama implorando que calme su furia, y al mismo tiempo aclaman a nuestro señor Jesucristo su bendicion y perdon puesto que este desastre es un castigo. De no haber intervenido nuestro Cristo Crusificado a quien desde ese dia lo bautizamos como Taytacha de los Temblores a quien se sacó en procesion para que se puedan calmar todas las replicas del sismo. Definitivamente este acto amainó el rigor de la justicia y para recuerdo perpetuo de esta fatalidad se saca en procesión todos los lunes santo, para memoria perpetua del suceso de la ruina y salvacion que acaeció en esta ciudad.
Esta hermosa pintura que es practicamente una fotografia de este suceso se encuentra dentro de la Catedral del Cusco, lienzo de autor anónimo mandado a pintar por Alonso de Monroy y Cortés, se aprecian ya los techos de las casas de teja colonial, así como la plaza inca o el Aucaypata dividida en dos sectores, y también se observa la imagen del Señor de los Temblores patrono jurado de la ciudad del Cusco el mismo que recibió ese nombre por que se dice que al ser sacado en andas después del terremoto de ese año según cuenta la leyenda popular logró aplacar las réplicas que arremetían tras el siniestro.
Grande es el Cusco, Grande su esplendor y bajo la bendicion de nuestro Taytacha de los Temblores seguirá creciendo mas y mas para admiracion del mundo entero.