MAMACHA DEL CARMEN: “LA IMILLA DE LOS QOLLAS QUE SE QUEDO EN PAUCARTAMBO”
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Cuando los españoles llegaron al Cusco, de inmediato se repartieron las tierras del imperio, se crearon las reducciones, las parroquias y corregimientos. Sobre los antiguos Templos y Huacas Incas se levantaron las iglesias católicas y sobre las cumbres más altas de los cerros se colocaron las cruces como símbolo de evangelización. La elección de un determinado patronazgo no era dejado al azar y hasta se dictaron “recomendaciones” (en los Concilios Limensis del siglo XVI) para favorecer determinadas celebraciones y así sobre ponerlas a a las principales celebraciones y rituales incas. En muchos lugares estos patronazgos elegidos y propuestos por los españoles fueron cambiados con el paso de los años, muchas veces se cambiaba el nombre de la advocación original y se la rebautizaba con otra cuya festividad coincidía mejor con alguna celebración o ritualidad de importancia, cuyo recuerdo aún se conservaba. Ejemplos de lo referido en nuestra tierra hay muchísimos y en casi todas las provincias del Cusco.
En nuestra tierra una de las mayores festividades marianas es sin lugar a dudas la “Celebración de la Santísima Virgen del Carmen”, advocación mariana muy antigua, cuyo origen se remonta al Siglo XIII (16 de julio de 1251) y cuya difusión en América latina se debe principalmente a la “Orden Carmelita Descalza” que se originó luego de la reforma de la “Orden del Monte Carmelo” que fue impulsada por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz el de año 1562. Hasta ese entonces y por algunos años más la principal iconografía de la Virgen del Carmen era el Escapulario, que según la tradición fue entregado a San Simón Stock conservando aun las vestiduras regias en rojo y azul. Es con la creación de la “Rama Femenina Carmelita” en 1450 (cuando se funda en Italia el Monasterio de Santa María de los Ángeles) y la difusión y rápido crecimiento de la “Orden Carmelita Descalza” -reformada por santa Teresa- que la iconografía de la Virgen del Carmen adopta su tradicional hábito Carmelita.
Es con la tardía llegada de la Orden Carmelita Descalza a América que se difunde la devoción a la Advocación de la Virgen del Carmen, y a pesar de ello su devoción rápidamente fue adoptada en el virreinato por distintos motivos.
Entre los españoles y criollos principalmente por la relación de esta advocación con Santa Teresa (Patrona de España) en un inicio y luego por el patronazgo que la Virgen tuvo sobre la Armada Española. Y entre los mestizos y naturales por la superposición de la fecha de su celebración. Y es por ello que no es de extrañar que la Festividad de la Virgen del Carmen sea una de las principales en la región andina (junto con la Purificación, Asunción o Natividad de María) llegando a desplazar los patronazgos originales en muchos casos (Huaro, Huarocondo, Pisac y Paucartambo por citar algunos ejemplos).
En el mes de Julio o “Murupas Tarpuquilla” (Según Cristóbal de Molina el Cusqueño) se realizaba “…las fiestas del Yahuaira, y en ella pedían al Hacedor que todas las comidas acudiesen y produjesen bien en aquel año, y que fuese prospero”; porque a partir de este mes iniciaban con los preparativos para la siembra. Y es por ello que en muchos pueblos rápidamente se adoptó la celebración de la Virgen del Carmen como un sincretismo especial (salvo en aquellos donde el Patrón era Santiago Apóstol por su relación más directa con el trueno o Chuqui Illapa principal deidad celebrada en Julio durante el Yahuaira).
El primer registro escrito que se tiene del “Corregimiento los Andes” data del año de 1583. Años después el flujo comercial entre las haciendas de Kosñipata y las zonas productoras alto andinas derivo en la creación de un centro administrativo y social al cual se denominó “San Antonio de Llaullipata de los Andes Grandes de Paucartambo de la Ciudad del Cusco del Reino del Perú”. Sin embargo El templo de Paucartambo se dedicó a la advocación de la Virgen del Rosario y a la razón Patrona del templo del antiguo Corregimiento de Indios de Los Andes. La orden carmelita llega al Cusco recién en 1673, luego de lo cual se origina la mayor difusión de la advocación de la Virgen del Carmen.
El mes de Julio no solo se recordaba la ceremonia del “Yahuaira”, sino que a partir de este mes los pobladores del Qollasuyo emprendían sus viajes a los valles interandinos y al Cusco, en su afán de comerciar e intercambiar los productos de ambas zonas o pisos ecológicos. Mientras que en las zonas altas ya se había terminado con la cosecha de la papa (mayo-junio) y la preparación del chuño así como el secado de la carne (cecina o charqui). En los valles interandinos la selección y el secado del maíz también ya había concluido y los productos ya estaban listos para el intercambio, y eran precisamente durante las festividades patronales que se producían estos intercambios y viajes (estos se iniciaban en julio –Virgen del Carmen- continuaban en agosto –Virgen Asunta, Señor de Pampacucho y San Bartolomé- y concluían en septiembre –Señor de Huanca-). Estos viajes de intercambio dieron origen a muchas costumbres, historias, dichos, cantos y danzas que permanecen como recuerdo de los antiguos viajes de intercambio y peregrinación (por realizarse en fechas de celebraciones católicas), entre las danzas las más conocidas están Qapac Qolla y Qanchi.
El Corregimiento de los Andes de Paucartambo, rápidamente se convirtió en un importante centro de comercio e intercambio muy frecuentado por los habitantes del Collasuyo, quienes llegaban a intercambiar sus productos por aquellos que se producían en la zona, en especial por la Hoja de Coca de los Valles de Kosñipata, la cual era muy apreciada en las zonas altoandinas.
Es por este intenso comercio que durante el reinado de Carlos III se manda a construir el puente de piedra sobre el rio Mapacho, para facilitar el comercio y con el objetivo de poder controlar los diezmos que debían de pagar los indios que transcurrían por él.
En qué momento exactamente se marcó el inicio de la Devoción a la Virgen del Carmen en Paucartambo no lo podemos precisar, sin embargo su importancia sin lugar a dudas esta relacionada al intercambio de productos de la zona altoandina con aquellos producidos en los valles interandinos, el recuerdo de antiguas tradiciones y la superposición de fechas de antiguos rituales.
Existen 2 versiones que grafican la llegada de la Mamacha del Carmen a Paucartambo (una la contaremos aquí con la foto perfil y la otra estará enlazada a la foto portada), las cuales tienen como protagonistas principales a 2 de las Danzas más Importantes de la Festividad de la Virgen del Carmen.
MAMACHA DEL CARMEN: “LA IMILLA DE LOS QOLLAS, RAPTADA POR LOS CHUNCHOS”
“En una ocasión los comerciantes del Collasuyo, trajeron en uno de sus viajes a Paucartambo, una cabeza de yeso que se encontró dentro de una olla de barro, los Paucartambinos reconocieron la cabeza de la Virgen y le hicieron el cuerpo de madera, desde aquella vez la Virgen se quedó en el Pueblo y una vez al año los Qollas llegan a visitar a la Virgen para ofrecerle sus oraciones y canciones.
Se dice que cuando la Virgen llega a la mitad del puente Carlos III, los Qollas están a la espera de algún descuido para tomar a la Virgen y llevarla consigo de vuelta al PaucarQolla, su pueblo. Para evitar esto los Chunchos siempre están junto a la Virgen cuidándola y protegiéndola, y debido a esto los Qhapac Chuncho son sus danzantes favoritos y cuando ellos no están, el rostro de la Virgen palidece y no se esperan buenos augurios para el pueblo.
La rivalidad entre los Qollas y los Chunchos llega a su máxima expresión durante la guerrilla, donde los Chunchos dan muerte a los Qollas y roban a la “Imilla”, garantizando de esta manera, por lo menos “Simbólicamente”, la permanencia de la Virgen del Carmen en Paucartambo. Es durante la guerrilla que la “Imilla” representa simbólicamente a la Virgen del Carmen y su rapto por los Chunchos la razón de su permanencia en el Pueblo”.
¿PERO QUE HAY DETRÁS DE ESTA FAMOSA HISTORIA?
LA IMILLA: “LA SEMILLA DE LA PAPA”
El término “Imilla” deriva del aymara y así lo recoge el “Diccionario de la ACADEMIA MAYOR DE LA LENGUA QUECHUA QHESWA SIMI HAMUT’ANA KURAK SUNTUR en su Segunda edición Cusco, Perú, 2005”:
IMILLA. s. (Del aymara). Mujer joven. SINÓN: sipas. || Agri. Variedad de papas, parecida a la papa qonpis ||Folk. Dama de la danza Qhapaq Qolla, en la provincia de Paucartambo, Qosqo.
El término “Imilla” en la zona quechua designa a las papas. Y se las homologa ritualmente con el género femenino, aplicando a este tubérculo la denominación genérica de sipas o imilla (mujer joven). El principal producto altoandino es la papa; de su producción y procesamiento (deshidratado en chuño o moraya) depende la economía de los pobladores de estas zonas, desde tiempos preincas. Y por ello cuando en estas zonas (principalmente de influencia aymara) se recopilo mitos de origen sobre la “papa” no fue raro encontrar aquellos que narraban sobre la “Imilla” y el origen de la Papa.
Algunas versiones cuentan:
“… que tres jóvenes llamadas Ch’iarimilla (Muchacha Negra), Janqo imilla (Muchacha Blanca) y Wila imilla (Muchacha Roja), quienes dijeron ser “Choqes”, (Choqe= oro fino, Chuqui Illa= Rayo) solicitaron hospedaje en la casa de una familia campesina y luego de pasar allí la noche se convirtieron en papas de tres variedades. Estas jóvenes antes habían sido piedras las que se despetrificaron y visitaron a la familia luego de lo cual y como agradecimiento de su hospitalidad se convirtieron en semillas de “papa”. Y como habían sido parte de la pachamama (piedras) tenían que volver a ella para fructificar y como tomaron vida, su cuidado y protección tenía que ser como si de una persona se tratara. Y por ello los campesinos que trabajan la papa son muy cuidadosos en el cuidado de la semilla, en los rituales de siembra, cosecha y almacenamiento. Al punto por ejemplo que en las zonas de Espinar, Suycutambo y Coporaque (en Cusco) aún se conservan cantos especiales para el trabajo de la “papa” conocidos como “Wankas” los cuales son cantados con respeto y cariño durante la siembra o la cosecha de la papa.
En la versión sobre el origen de la Devoción de la Virgen del Carmen en Paucartambo (la versión relacionada a la danza Qapac Qolla) y su “milagroso” hallazgo en un olla de barro solo recuerda cómo se conservaba la Qonopa (o alma) de la Papa para su siembra y recuerda además como en el Cusco se conservaba la Qonopa del Maíz, en tiempo de los incas, en la Huaca de Saucero:
“… al sur de la ciudad del Cuzco, se cultivaba el maíz con el que se había alimentado Mama Huaco, la cuarta hermana de Manco Cápac, el mítico fundador del Cuzco. A la muerte de Mama Huaco se seguía alimentando a su momia con maíz de esta misma procedencia. El mito consideraba que ella había sembrado el primer maíz luego de establecerse en el Cuzco, Y SU REPRESENTACIÓN, EN FORMA DE UNA OLLA VESTIDA DE MUJER, CONTENÍA LA SEMILLA DE MAÍZ DEL AÑO POR VENIR” (Zuidema 2007: 53, citando a Cobo 1956: 215).
La llegada de la Virgen del Carmen según la tradición del Qapac Qolla, es un recuerdo de cómo se realizaba el intercambio de productos, de cómo los Qollas Traían sus productos, principalmente la papa, y de cómo esta Qonopa o Imilla se quedaba en Paucartambo donde podía fructificar. Caso contrario que con el maíz cuya semilla no se adapta a grandes alturas y por cuya búsqueda los Qollas cada año tenían que viajar a los valles interandinos del Cusco.
Las Wankas de la Papa de las alturas del Cusco (Espinar, Suycutambo y Coporaque) tienen muchas similitudes a los Cantos de los Qapac Qollas las que son cantadas con respeto y cariño. Y tanto en las Wankas de la Papa así como en los cantos de los Qapac Qollas se llama “Mamallay” a la Imilla de la papa así como a la Virgen del Carmen. Seguramente un recuerdo de los rituales que en tiempos incas se realizaban durante el “Yahuaira” del “Murupas Tarpuquilla” o mes de julio y una de las razones por la cual la devoción a la Virgen del Carmen rápidamente se difundió en el Cusco, siendo Paucartambo la máxima expresión de devoción y cariño a MAMACHA DEL CARMEN.