Los Caballitos de Totora

POLITICSRuth Bader Ginsburg optimistic ‘over the long haul’ for US Quis autem vel eum iure reprehenderit qui in ea voluptate velit esse quam nihil molestiae consequatur, vel illum qui.

En la amable calda de Huan­cayo, a unos 7 kilómetros de Tru­jillo, se alinean como hace siglos sobre la playa de arena, perpen­diculares, con sus puntas abusa­das y curvadas levantadas hacia el cielo, los “Caballitos de Toto­ra”, esas frágiles embarcaciones preincas de totora prensada, en las que los bronceadores pesca­dores huanchaqueros cabalgan sobre el mar, tal como aparecen en los huacos milenarios de la cerámica escultórica mochica.

Estas originales embarcacio­nes miden de tres a cuatro metros de largo. Su cuerpo agusado como un uso, formado por los haces de totora prensada fuerte­mente amarrada con cordeles, se levanta graciosamente en la proa como un esquife vikingo. En la popa, achatada, hay una concavi­dad destinada a colocar las redes y los cebos y el producto de la pesca.

Estas gráciles embarcaciones son insumergibles. El pescador, montando en la parte central, corta las olas, desapareciendo algunas veces entre la espuma, para volver a reaparecer como un extraño pez que surge placentero del mar.

BARRA PARA AUTOR