LEYENDA DE LA EPOCA INCA – PITUSIRAY Y SAWASIRAY

POLITICSRuth Bader Ginsburg optimistic ‘over the long haul’ for US Quis autem vel eum iure reprehenderit qui in ea voluptate velit esse quam nihil molestiae consequatur, vel illum qui.

Esta es una historia de amor que se ha transmitido oralmente en la provincia de Calca, en la región del Cusco.

Orqo Waranqa era un kuraka del pueblo de Urco, y tenía una hija de extraordinaria belleza llamada Pitusiray, fruto de su amor con una princesa de los Yungas. Con el paso de los años, Pitusiray se convirtió en una hermosa mujer que se enamoró del apuesto Sawasiray.

El kuraka, su padre, poseía tierras que se estaban volviendo estériles debido a la escasez de agua, lo que las hacía improductivas. Por esa razón, un día ofreció la mano de Pitusiray a quien lograra llevar agua hasta los surcos resecos de sus tierras.

Kuntisiray y Sawasiray, señores de comarcas vecinas, se disputaron la primacía en esta casi imposible tarea que les había encomendado el kuraka. La dificultad era aún mayor por la geografía accidentada de los terrenos.

Se cuenta que Sawasiray intentó llevar el agua por la ladera del cerro Sunqu Qhata, pero debido al poco tiempo disponible, fracasó en su intento. Por otro lado, Kuntisiray tuvo más éxito: construyó un gran pozo en un cerro y el agua comenzó a descender por los andenes de una quebrada, resultando ser el legítimo vencedor.

La princesa Pitusiray, abrumada y desconsolada al recibir la noticia, pues su corazón pertenecía a Sawasiray y su amor era correspondido, no tuvo más remedio que obedecer las órdenes de su padre. Su matrimonio con Kuntisiray fue fastuoso y la celebración duró varios días.

Sin embargo, los días pasaron, y la nostalgia y el dolor por estar lejos de su verdadero amor se hicieron insoportables. Una noche de tormenta, Pitusiray corrió en busca de Sawasiray. Juntos huyeron hacia las montañas, creyendo que podrían encontrar refugio en tierras lejanas. Pero los guerreros de Orqo Waranqa y los del ofendido Kuntisiray los alcanzaron. Como castigo, ambos fueron petrificados y convertidos en montañas nevadas.

Hoy, estos nevados se alzan detrás de la provincia de Calca. Uno es conocido como el Nevado Pitusiray, el otro como el Nevado Sawasiray, y detrás de ellos se encuentra el Nevado Kuntisiray.

BARRA PARA AUTOR